North American Power Plants

Tecnologías para el control de la contaminación

Carbón

De todos los combustibles fósiles usados para generar energía eléctrica, el carbón es el que requiere la mayor infraestructura para las operaciones de procesamiento, manejo, almacenamiento, carga y descarga (todas las cuales tienen importantes efectos ambientales). La combustión de carbón requiere el uso de trituradoras, pulverizadoras, equipo de manejo de cenizas, sopladores de hollín y equipo para el control de polvo y emisiones. Los sistemas de control de partículas más comúnmente utilizados en las instalaciones que funcionan a base de combustión de carbón son los ciclones múltiples, los precipitadores electrostáticos, los filtros de tela y los depuradores o lavadores Venturi. Diversas técnicas se suelen aplicar a fin de reducir las emisiones de SO2 de las centrales carboeléctricas: limpieza física del carbón, limpieza química del carbón, cambio a carbones con bajo contenido de azufre y desulfuración de gases de chimenea.

Entre los métodos para controlar los óxidos de nitrógeno figuran la disminución de las temperaturas pico en la zona de combustión o del tiempo de residencia del gas en la zona de alta temperatura, la instalación de quemadores de baja emisión de NOX, la reducción catalítica selectiva y la reducción no catalítica selectiva. En algunas centrales de Canadá y Estados Unidos se usan dispositivos para inyectar carbón activado o agregar un sorbente al carbón con la finalidad específica de reducir las emisiones de mercurio. Otros métodos, como la desulfuración de gases de chimenea y la captación de partículas, también ayudan para tal efecto. Se ha informado que es posible obtener reducciones en las emisiones de mercurio de 29, 39 y 45 por ciento con precipitadores electrostáticos, filtros de tela y desulfuración de gases de chimenea, respectivamente [45, 46, 48, 50].

Combustóleo

Aun cuando las emisiones brutas de contaminantes atmosféricos de las centrales eléctricas que usan aceites combustibles residuales o pesados (combustóleo) son sustancialmente menores que las producidas por las calderas que queman carbón, se requieren algunos controles para que las grandes calderas a base de combustóleo cumplan con las normas en materia de emisiones. En las centrales eléctricas que funcionan con combustóleo se usan dispositivos de control similares a los de las carboeléctricas. Los recolectores mecánicos, los precipitadores electrostáticos y los filtros de tela permiten reducir las emisiones de partículas suspendidas. La depuración húmeda o el secado por atomización son técnicas comunes para reducir las emisiones de SO2. Debido al bajo contenido de nitrógeno de los aceites combustibles, las técnicas para reducir las emisiones de óxidos de nitrógeno consisten sobre todo en controles de la combustión (por ejemplo, recirculación de los gases de chimenea, combustión por etapas, etc.), aunque también se aplican técnicas de reducción de NOX en la fase posterior a la combustión, como la reducción catalítica selectiva y la reducción no catalítica selectiva [45, 46, 48, 50].

Gas natural

En su mayoría, las técnicas de control ambiental usadas en las calderas de gas natural tienen por objeto controlar o mitigar las emisiones de NOX y son similares a las descritas para las centrales carboeléctricas. Incluyen recirculación de los gases de chimenea, combustión por etapas, quemadores de bajas emisiones de NOX, reducción catalítica selectiva y reducción no catalítica selectiva [45, 46, 48, 50].