Amelia Arreguin
Dedicada a la defensa de la justicia de género y ambiental, Amelia Arreguín Prado apoya a mujeres y niñas de los sectores más populares de las comunidades para que defiendan sus derechos en el ámbito de la política ambiental a escalas nacional y mundial. Como coordinadora del Grupo de Mujeres del Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB), trabaja en la intersección entre género, biodiversidad y derechos humanos, centrándose en cuestiones como derechos de la mujer a la tierra, conservación, violencia de género, mujeres defensoras del medio ambiente, protección de las especies y los ecosistemas, y monitoreo y vigilancia ambiental por parte de las comunidades. Su trabajo se relaciona cada vez más con los vínculos entre finanzas, economía y gobernanza climática y de la biodiversidad, lo que incluye mercados de bonos de carbono y créditos de biodiversidad, acceso directo a recursos financieros, y mecanismos de financiamiento equitativos en favor de la naturaleza.
Dotada de una amplia experiencia en investigación, política y promoción, Arreguín también es vicepresidenta regional de la Comisión de Política Ambiental, Económica y Social (CPAES) de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) para México, Centroamérica y el Caribe y ha contribuido con diversas iniciativas internacionales. Es fundadora de la organización sin fines de lucro Eco Maxei y cocreadora del proyecto Entrenamiento en Ciudadanía Ambiental (ECA) que, desde su participación en el Programa de Líderes Progresistas (PLP) de la fundación FES (Friedrich Ebert Stiftung) en México, se implementa de forma anual en colaboración con FES México y otros socios.
Arreguín recibió una beca Chevening (otorgada por el gobierno del Reino Unido) para estudiar una maestría en medio ambiente y desarrollo internacional por la Universidad de East Anglia (UEA), y cuenta con una licenciatura en ciencias de la comunicación, con enfoque en comunicación política, por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Con una aproximación interseccional e intercultural, sigue impulsando cambios significativos en la gobernanza de la biodiversidad, la justicia social y el financiamiento equitativo de proyectos relacionados con el medio ambiente.