Programa Generación de Líderes Ambientales 2025

RegEnergy: energía solar para granjas regenerativas

Spark Source Consulting: Sonia Vinogradova y Joe Workentin

RegEnergy es una iniciativa liderada por mujeres con el propósito de fomentar el uso de energía solar en la agricultura regenerativa. A medida que las granjas y fincas de producción agropecuaria canadienses crecen y dependen más de prácticas agroindustriales, los productores independientes que adoptan métodos orgánicos y regenerativos requieren mayor estabilidad financiera y resiliencia energética. RegEnergy instala sistemas solares en fincas y granjas pequeñas, con lo que se reducen costos, se generan empleos verdes y se apoya a mujeres agricultoras.

Con una instalación piloto completada en 2024, Spark Source Consulting ha validado su concepto y demostrado los beneficios financieros y ambientales de la energía solar en la agricultura. El siguiente paso consiste en desarrollar recursos y materiales educativos abiertos (de libre acceso), así como eventos de divulgación, con miras a facilitar la adopción de la tecnología solar en fincas y granjas pequeñas. Con la subvención del PGLA se financiará directamente la instalación de paneles solares en dos fincas dirigidas por mujeres que proveen alimentos orgánicos a un banco de alimentos y a la comunidad local. Asimismo, se respaldará la realización de eventos demostrativos para involucrar a entidades financiadoras, otras personas dedicadas a la agroproducción y estudiantes. Estos eventos servirán como espacios educativos en torno a la tecnología solar, su integración en las operaciones agropecuarias y la soberanía alimentaria a través de la autonomía de las unidades productivas. Además, se elaborará un conjunto de herramientas, a manera de guía práctica sobre la adopción de la energía solar en granjas y fincas agrícolas, las cuales se distribuirán en redes como la Alianza para la Innovación Agroalimentaria de Ontario (Ontario AgriFood Innovation Alliance). El proyecto RegEnergy representa una solución climática de beneficio para todas las partes, ya que fomenta la sustentabilidad, la reducción de emisiones y el liderazgo de las mujeres en dos sectores clave: la agricultura y la energía renovable.

Spark Source Consulting, empresa dirigida por mujeres en el sector de la energía solar, está comprometida con el impulso de soluciones de energía renovable que fomentan la sustentabilidad y la equidad, en particular mediante su proyecto RegEnergy. Enfocada en iniciativas agrícolas de pequeña escala, la organización colabora con mujeres agroproductoras que practican una agricultura regenerativa y les ayuda a integrar la tecnología solar en sus operaciones. A través de instalaciones solares, acompañadas de eventos demostrativos y educativos, RegEnergy crea oportunidades para el aprendizaje comunitario, el ahorro económico y la protección ambiental. Al empoderar a las mujeres en dos sectores clave —agricultura y energía renovable— Spark Source busca generar soluciones integrales frente a la triple crisis planetaria.

• Sonia Vinogradova (ella)

Sonia es una defensora de las soluciones sustentables que permiten a todas las personas y comunidades vivir una vida más feliz y en armonía con el medio ambiente. Cree en los proyectos comunitarios como una vía para fortalecer el tejido social y encontrar soluciones locales a problemas globales. Su experiencia en energía renovable y financiamiento de medidas contra el cambio climático le ha demostrado que las soluciones existen, pero no se implementan con la suficiente rapidez. A través de Spark Source Consulting, Sonia está reimaginando cómo la energía y el capital pueden fluir en nuestra economía para apoyar a las personas y a los ecosistemas.

• Joe Workentin (él)

Apasionado por la acción climática y el desarrollo sustentable, Joe es un firme defensor de las soluciones de energía limpia que benefician tanto a las personas como al planeta. Gerente de proyectos especiales en Spark Source Consulting, donde aporta su experiencia en ciencia del clima y políticas energéticas a la implementación de proyectos de energía solar, Joe impulsa proyectos que aprovechan la energía limpia para apoyar a pequeñas fincas y granjas agrícolas y contribuir a los esfuerzos más amplios de mitigación del cambio climático en Canadá. Las soluciones que necesitamos para enfrentar el fenómeno climático ya existen; lo importante es ponerlas en práctica.

beneaththeberg.ca

Rescate de Isla Basura: restauración ambiental y economía circular

Viva la Ola, A.C.: Berenice Elizabeth Lizárraga Lizárraga y Nithzia Yulen Pineda Mendoza

Mazatlán, Sinaloa, enfrenta una crisis ambiental como resultado de un deficiente manejo de residuos sólidos municipales. Diariamente, se generan en la ciudad y áreas colindantes alrededor de 800 toneladas de basura. Debido sobre todo a la falta de infraestructura y a diversas lagunas jurídicas, una parte considerable de estos desechos termina en cuerpos de agua, con la consecuente afectación de los ecosistemas costeros y marinos. Uno de los puntos críticos es lo que se conoce como “Isla Basura”, un islote de 2.4 hectáreas ubicado entre la Isla de la Piedra y la zona industrial, contaminado principalmente con plásticos y restos de redes y otros artes de pesca fantasma (abandonados, perdidos o descartados). Además de provocar una grave degradación ambiental y poner en peligro la biodiversidad —por ejemplo, daños a manglares, aves migratorias y tortugas golfinas, entre muchas otras especies protegidas—, la contaminación producida por tales desechos también afecta la conservación del ecosistema y la salud de las comunidades locales y vecinas. Creado con el propósito de rescatar y preservar los ecosistemas de manglares, este proyecto cuenta con un plan de gestión en tres etapas: 1) diagnóstico de la contaminación y saneamiento; 2) creación de un centro de acopio temporal de residuos, así como instalación y fortalecimiento de biovallas para prevenir la contaminación futura, y 3) transformación de la cadena de residuos a través de procesos de sensibilización y actividades de capacitación de las comunidades en el manejo y gestión de dicha cadena.

A lo largo de un año de trabajo, se han retirado más de dos toneladas de residuos, lo que ha permitido liberar de basura 1.5 hectáreas. Esto ha sido posible gracias a la participación de más de 200 voluntarios y al apoyo de más de 20 organizaciones que se han sumado al proyecto. Este modelo busca conectar a pescadores y sus familias, recuperadores urbanos, mujeres y jóvenes en torno a soluciones que contribuyen a regenerar la biodiversidad y reducir la contaminación, al mismo tiempo que dignifican el trabajo de quienes históricamente han sido excluidos de la gestión ambiental.

Viva la Ola, A.C. es una organización sin fines de lucro formada en 2016 por un grupo de jóvenes de Mazatlán, Sinaloa, a raíz de una gran preocupación por la degradación ambiental local. La misión de Viva la Ola consiste en promover la restauración ambiental y la participación comunitaria mediante la educación ambiental y la rehabilitación de ecosistemas costeros. Durante ocho años, sus integrantes han realizado limpiezas en zonas costeras, con apoyo en actividades de educación ambiental, y fomentado una cultura de respeto por la naturaleza. Su iniciativa inicial, “Playa Libre”, movilizó voluntarios en la realización de jornadas mensuales de limpieza, con separación de residuos y actividades de sensibilización. En 2020, Viva la Ola ayudó a certificar la playa “Luna-Bonita” en alianza con la entidad municipal Operadora y Administradora de Playas (OAP). Otro de los proyectos coordinados por Viva la Ola es “Guardianes de las Olas”, iniciativa en curso en materia de surf y naturaleza dirigida a la población infantil. Actualmente, en colaboración con pescadores locales y otras figuras y protagonistas de la comunidad, la organización implementa el proyecto “Rescate de Isla Basura”, enfocado en la prevención de la contaminación marina con apoyo en prácticas de economía circular.

• Berenice Elizabeth Lizárraga Lizárraga (ella)

Berenice es ingeniera en biotecnología por la Universidad Politécnica de Sinaloa y estudiante de una maestría en manejo ambiental en el Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo (CIAD-unidad Mazatlán). Su formación y experiencia se centran en el aprovechamiento de residuos agroindustriales bajo un enfoque de economía circular, la gestión de calidad e inocuidad alimentaria, y el manejo sustentable de los ecosistemas costeros.

Como presidenta de Viva la Ola, A.C., Berenice impulsa proyectos de educación ambiental y conservación de ecosistemas costeros. Actualmente, lidera el proyecto “Rescate de Isla Basura”, iniciativa de restauración y manejo sostenible de ecosistemas con enfoque regenerativo e integrador.

• Nithzia Yulen Pineda Mendoza (ella)

Nithzia es bióloga especializada en manejo de recursos marinos y costeros por el Instituto Tecnológico de México y cursa actualmente una maestría en manejo ambiental en el Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo (CIAD-unidad Mazatlán), con un enfoque centrado en macrodatos ecológicos y tecnologías de detección de alta frecuencia aplicadas al estudio de aves migratorias. Su investigación busca desarrollar estrategias de conservación más efectivas, particularmente frente al impacto de la contaminación en los patrones migratorios y el cambio climático.

Becaria de la Sociedad Estadounidense de Ornitología (American Ornithological Society, AOS) y voluntaria del programa Road to Recovery [Camino hacia la recuperación], Nithzia es cofundadora del proyecto “Rescate de Isla Basura” y forma parte de Viva la Ola, A.C. Asimismo, lidera un proyecto de recuperación de residuos con enfoque comunitario como parte del Programa de Liderazgo en Conservación (PLC) del Centro para la Biodiversidad Marina y la Conservación (CBMC).

@vivalaolaa

@isla.basura

Soluciones al desperdicio de alimentos lideradas por jóvenes: impulsando la demanda de infraestructura y una economía verde en Estados Unidos

Let’s Go Compost: Lauren Mackenzie Click y Hanna Layton

El sistema de escuelas públicas de Estados Unidos genera alrededor de 530,000 toneladas de desechos de alimentos al año que, en su mayor parte, suelen terminar en rellenos sanitarios y vertederos, donde se descomponen y producen metano, potente gas de efecto invernadero con un potencial de calentamiento global 28 veces mayor que el del CO₂ en un periodo de cien años. Sin embargo, debido a limitaciones financieras y de infraestructura, la mayoría de las escuelas carecen de acceso a servicios de compostaje, a lo cual se suma un conocimiento insuficiente sobre las prácticas adecuadas de manejo para el desvío y procesamiento de residuos orgánicos. Esto no solamente tiene un enorme impacto ambiental, sino que genera una gran carga económica para las escuelas, que deben pagar por la eliminación de residuos. Además de desaprovechar la posibilidad de reducir los restos de alimentos que acaban en los vertederos, también se desperdician oportunidades de promover la capacitación de estudiantes para el desarrollo de habilidades que les darían acceso a empleos “verdes” o ecológicos.

A partir de un análisis de las barreras sistémicas asociadas a esta problemática, Let’s Go Compost  desarrolló un proyecto que brinda una solución económicamente sostenible, escalable y adaptable a las escuelas públicas de niveles desde preescolar hasta bachillerato. El programa de compostaje propuesto —de bajo costo y liderado por estudiantes— permite subsanar tanto las brechas existentes en la práctica de desvío de residuos alimentarios (para evitar su depósito en vertederos), como los rezagos en materia de educación ambiental. Mediante metodologías y marcos interdisciplinarios basados en los principios CTIM/CTIAM (ciencia, tecnología, ingeniería, artes y matemáticas; en inglés, STEM/STEAM), se capacita a estudiantes, educadores y personal de las escuelas en prácticas de compostaje, al mismo tiempo que se les brindan herramientas sencillas para la separación y recolección de los residuos orgánicos. Además, una vez adoptado, el programa se integra fácilmente en los presupuestos escolares destinados a la gestión de instalaciones, lo que reduce la dependencia de financiamiento mediante subvenciones y asegura su continuidad, de manera autónoma, al concluir el acompañamiento y la presencia de Let’s Go Compost. El modelo enfatiza las alianzas y asociaciones locales, aprovecha las instalaciones de compostaje comunitarias disponibles, y se alinea con los objetivos municipales sobre desvío de residuos para generar un impacto positivo sostenido en el largo plazo.

Let’s Go Compost es una organización sin fines de lucro con sede en Estados Unidos, dedicada a hacer que el compostaje sea asequible, accesible y escalable en escuelas y comunidades. Actualmente, la organización apoya más de 120 programas de compostaje en escuelas públicas de diez estados —en su mayoría escuelas de “Título I” (por su elevado porcentaje de estudiantes desfavorecidos, de familias de bajos ingresos)—, con un enfoque basado en el desarrollo de capacidades a largo plazo y el aprovechamiento de infraestructura en pie y descentralizada, así como en procesos de educación práctica en materia de cambio climático. El equipo ofrece capacitación, asesoría y kits de compostaje diseñados para responder a las necesidades de escuelas con recursos limitados y poca infraestructura para la gestión de residuos. Nombrada “Organización sin fines de lucro del año” (2024) por Circular Arizona, Let’s Go Compost ha recibido numerosos reconocimientos y galardones en virtud de su impacto y trayectoria, entre los que destacan los otorgados por el Consejo Estadounidense de Compostaje (U.S. Composting Council, USCC) y el Fondo para Creadores Stanley 1913.

• Lauren Mackenzie Click (ella)

Líder reconocida en el ámbito del compostaje y la economía circular, Lauren Click se ha dedicado a impulsar cambios sistémicos en la reducción de residuos orgánicos, el desarrollo de infraestructura y la educación pública. Como fundadora de Let’s Go Compost —organización sin fines de lucro con impacto a escala nacional—, Lauren dirige y promueve esfuerzos e iniciativas para que el compostaje sea asequible, accesible y escalable en todo Estados Unidos. Bajo su liderazgo, Let’s Go Compost procura garantizar la adopción del compostaje a largo plazo en los ámbitos institucional y comunitario, con lo que se contribuye al desarrollo de capacidades laborales, se aprovecha infraestructura descentralizada y se favorecen estrategias de reducción de contaminación.

• Hanna Layton (ella)

Hanna Layton ha sido líder en materia de economía alimentaria sostenible desde 2019. Es cofundadora de dos importantes iniciativas dedicadas a crear sistemas alimentarios más equitativos y sostenibles: Epic-Cure, organización sin fines de lucro que, desde 2019, ha rescatado casi 14,000 toneladas de alimentos para su redistribución entre familias necesitadas, y Thrive Consultancy, donde colabora con emprendedores del sector alimentario para crear empresas basadas en valores y que integran prácticas de sustentabilidad desde un inicio. Apasionada por el desarrollo de soluciones económicas, sociales y ambientales a largo plazo para impulsar sistemas alimentarios resilientes, Hanna forma parte de la junta directiva de Let’s Go Compost desde 2022.

@LetsGoCompost