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Boletín

América del Norte celebra la importancia de los polinizadores

A muy poco tiempo de haberse establecido el nuevo Marco Mundial de Biodiversidad, el año 2023 marca un momento crucial en la historia de la conservación de las especies polinizadoras en Canadá, Estados Unidos y México.

Considerables son los logros en favor de los polinizadores que podemos celebrar en América del Norte, resultado de la investigación de innumerables científicos, así como del impulso de veinticinco años de colaboración trinacional para la conservación de la mariposa monarca (Danaus plexippus) a través de la Comisión para la Cooperación Ambiental (CCA). Desde estrategias trinacionales, asociaciones y alianzas diversas, avances científicos e inspiradoras iniciativas lideradas por las comunidades, hasta mejores procesos de comunicación y coordinación, los gobiernos de Canadá, Estados Unidos y México continúan trabajando juntos en nuestro medio ambiente compartido con miras a proteger y favorecer hábitats y especies vitales a escala subcontinental. Estos esfuerzos monumentales se requieren con gran urgencia, por lo que estamos tomando aún más impulso y creando nuevas formas de propiciar la participación de los habitantes del subcontinente.

A pesar de los avances compartidos en la arena trinacional, los mejores cocimientos científicos disponibles han puesto en claro que el declive de la mariposa monarca es, de hecho, símbolo de un desafío ambiental mucho mayor (y, al mismo tiempo, una gran oportunidad): y es que, en realidad, la monarca es simplemente una especie más entre cientos de otros lepidópteros, miles de abejas e insectos, y muchas otras aves y murciélagos polinizadores cuyas poblaciones registran también disminuciones en los tres países, por lo que emprender acciones de conservación resulta apremiante. Podemos ver indicios de ello en una creciente lista de especies polinizadoras amenazadas o ya en peligro de extinción, y con muchas otras más en riesgo. A pesar de las muchas incógnitas derivadas de la falta de datos a largo plazo, tenemos conocimientos suficientes como para justificar este llamado a la acción en favor de los polinizadores esenciales de América del Norte.

Hay algo especialmente evocador y conmovedor en las especies polinizadoras: además de ser fascinantes, y a pesar de lo reducido de su tamaño, cumplen una función de inmensa relevancia, estrechamente vinculada a nuestra agricultura, los ecosistemas naturales y los paisajes urbanos. Los polinizadores tocan nuestras vidas de manera profunda —ecológica, económica y culturalmente— en todos los sectores de la sociedad y a escala global; pero también en lo local nos encontramos con estas criaturas, en espacios inmediatos como nuestros patios y jardines y, en general, en la vida diaria.

Todo ello —su innegable conexión directa con nuestros alimentos, con la naturaleza y con nosotros como parte del medio ambiente hace que los polinizadores resulten tan fáciles de apreciar para cualquier persona: en general, la gente tiene una genuina y profunda preocupación por estas especies, y todos podemos desempeñar un papel determinante en el amplio abanico de soluciones para favorecer no sólo su conservación sino también la crucialmente importante biodiversidad del planeta. Por eso, las especies polinizadoras ofrecen una puerta de entrada para involucrar y lograr la participación comprometida de la siguiente generación de conservacionistas que buscan nuevas formas de marcar la diferencia.

El concepto básico en lo concerniente a la conservación de los polinizadores es bastante simple y las formas de ayudar son muchas: resulta fundamental, por un lado, contar con hábitats nativos diversos y plantas de floración —también diversas— disponibles durante todo el periodo vegetativo, tanto en los ecosistemas naturales como en todos los paisajes agrícolas y urbanos, especialmente en las actuales condiciones de cambio climático, y por el otro, reducir la cantidad de plaguicidas utilizados en vastas extensiones y prevenir la propagación de patógenos, a fin de mantener a las personas, los animales y el medio ambiente seguros y saludables.

Pero, bien a bien, ¿dónde entran nuestras acciones directas? Para monitorear el estado y las tendencias de las poblaciones de polinizadores, necesitamos contar con más datos provenientes lo mismo de expertos e investigadores, que de participantes en iniciativas de ciencia ciudadana (o comunitaria) y proyectos de monitoreo voluntario, con roles clave para personas como agricultores y horticultores urbanos. También precisamos de más artistas que capten y transformen la atención pública, e inspiren el imaginario colectivo para concebir una nueva relación con los polinizadores y, en términos más amplios, con la naturaleza. Sin duda, se trata de una enorme responsabilidad para autoridades federales, estatales, y provinciales, al igual que para dirigentes de comunidades indígenas y grupos locales, junto con organizaciones no gubernamentales, el gremio académico y la industria. A su vez, la conservación de las especies polinizadoras generará un cúmulo de resultados positivos para todos: desde una mejor seguridad alimentaria colectiva y mayor estabilidad económica hasta paisajes resilientes al cambio climático y un también mayor bienestar humano. Todos podemos trabajar juntos hacia esta visión compartida.

A lo largo y ancho de nuestros tres países se observan indicios de un movimiento creciente. Nuestros gobiernos federales están formulando novedosas estrategias, forjando y habilitando alianzas y asociaciones, e impulsando avances científicos. En Canadá, se realizan inversiones en medidas de restauración y conservación del hábitat desde todos los niveles de gobierno y en todos los sectores. Por ejemplo, el ministerio de Medio Ambiente y Cambio Climático de Canadá (Environment and Climate Change Canada, ECCC) ha invertido 8.4 millones de dólares canadienses en restauración del hábitat de polinizadores desde 2017, y actualmente trabaja en una estrategia nacional para la conservación de semillas nativas. En Estados Unidos, una amplia coalición de investigadores y participantes en programas de ciencia ciudadana se organizan y movilizan para propiciar e iluminar cambios favorables en las poblaciones nativas de abejas y mariposas, así como guiar estrategias de conservación relacionadas. El Servicio de Pesca y Vida Silvestre (Fish and Wildlife Service, FWS) estadounidense puso en operación el Centro para la Conservación de los Polinizadores (Center for Pollinator Conservation), iniciativa de alcance nacional que presta apoyo para coordinar y facilitar estos empeños. En México, la Estrategia Nacional para la Conservación y Uso Sustentable de los Polinizadores (ENCUSP) plantea una guía u hoja de ruta orientada a unificar las acciones e iniciativas de dependencias de todo el gobierno y la sociedad en pro de la conservación de las funciones de polinización, indispensables para mantener una agricultura sustentable y los servicios ambientales de los que este sector depende.

En vista de las cada vez mayores participación y atención en torno a la conservación de los polinizadores en los tres países, puede afirmarse que nunca se había dado un mejor momento para que los habitantes de América del Norte colaboremos e intercambiemos el conocimiento y aprendizajes obtenidos, en pro de las tareas de preservación de estas especies y con miras a asegurar la persistencia de ecosistemas saludables y métodos sustentables de producción de alimentos en el futuro.

Nos adentramos en una nueva era de conservación de los polinizadores, y nos emociona ser parte de la celebración de la CCA sobre la importancia de estas especies. Únete a nosotros y contribuye a su preservación en América del Norte, al tiempo que creamos conciencia y promovemos acciones para proteger a estas criaturas fundamentales. En los próximos meses, compartiremos nuevas historias, herramientas, materiales para redes sociales y otras actividades divertidas diseñadas con el propósito de involucrar y educar a las personas en torno al papel crucial de los polinizadores. Te invitamos a mantenerte al tanto, participar, compartir tus propias historias y ayudarnos a pasar la voz sobre la importancia de la conservación de las especies polinizadoras. Juntos podemos tener un impacto positivo en el bienestar de los polinizadores y los ecosistemas que éstos sustentan en toda nuestra región.

Firmado:
Ryan Drum, Biólogo de conservación, Servicio de Pesca y Vida Silvestre de Estados Unidos

Greg Mitchell, Científico Investigador, Ecosistemas Dominados por el Ser Humano, Ministerio de Medio Ambiente y Cambio Climático de Canadá

Ignacio J. March Mifsut, Director de Evaluación y Seguimiento, Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp)

Para el proyecto de la CCA “Impulso a la conservación de los polinizadores en América del Norte

A bee pollinating a flower

Acerca de la CCA

La Comisión para la Cooperación Ambiental (CCA) es una organización intergubernamental establecida en 1994 por Canadá, Estados Unidos y México en virtud del Acuerdo de Cooperación Ambiental de América del Norte (ACAAN), convenio paralelo del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) en materia de medio ambiente. A partir de 2020, con arreglo al nuevo Tratado México-Estados Unidos-Canadá (T-MEC), la CCA se rige por el también nuevo Acuerdo de Cooperación Ambiental (ACA), que la reconoce y establece los términos para continuar su funcionamiento. La CCA reúne a una amplia diversidad de interesados —incluidos el público en general, comunidades indígenas, jóvenes, organizaciones no gubernamentales, académicos y empresarios— en busca de soluciones para proteger el medio ambiente compartido de América del Norte y, al mismo tiempo, fomentar un desarrollo sustentable en la región en beneficio de las generaciones presentes y futuras.

La CCA está regida y financiada a partes iguales por los gobiernos de: Canadá, a través del ministerio federal de Medio Ambiente y Cambio Climático (Environment and Climate Change Canada, ECCC); los Estados Unidos de América, por medio de la Agencia de Protección Ambiental (Environmental Protection Agency, EPA), y los Estados Unidos Mexicanos, mediante la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).

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