CEC hero image, a photo of Se expande hacia el sur exitosa plataforma de ciencia ciudadana creada en el Ártico

Comunicado de prensa

Se expande hacia el sur exitosa plataforma de ciencia ciudadana creada en el Ártico

La red LEO integra el conocimiento ecológico tradicional a las discusiones sobre cambio ambiental en América del Norte

Montreal, 1 de junio de 2017. La Comisión para la Cooperación Ambiental (CCA) y el Consorcio para la Salud de las Tribus Nativas de Alaska (Alaska Native Tribal Health Consortium, ANTHC) invitan a los habitantes de Canadá, Estados Unidos y México a sumarse al creciente número de comunidades que utilizan la red de observadores ambientales locales o red LEO (del inglés: Local Environmental Observer), una plataforma única de difusión e intercambio de observaciones, en la que los conocimientos ecológico tradicional y local convergen con la ciencia para registrar y destacar eventos inusuales en la naturaleza y el medio ambiente.

La red LEO apoya una singular colaboración transcultural y trilateral entre Canadá, Estados Unidos y México. Al día de hoy, la red LEO ha atestiguado la incorporación de nuevos centros regionales en Victoria, Columbia Británica, y Yellowknife, Territorios del Noroeste, Canadá, y Ensenada, Baja California, México. Cada nuevo centro regional cuenta con el apoyo de expertos y dispone de los recursos técnicos necesarios que permitirán a los miembros hacer llegar observaciones por regiones específicas e identificar factores que están dando lugar a cambios ambientales.

A través de LEO, cualquier persona interesada o preocupada por el medio ambiente en proceso de cambio en América del Norte puede intercambiar observaciones personales relacionadas con los efectos derivados de la transformación ambiental, y analizarlas con especialistas en el tema dentro de una comunidad cada vez más numerosa de observadores indígenas y no indígenas.

“Cualquier persona puede integrarse a la red LEO y enviar una observación. LEO ha dotado a la gente de capacidad para informar sobre eventos ambientales inusuales en forma inmediata, desde sus computadoras o teléfonos inteligentes”, afirma el director ejecutivo de la Comisión para la Cooperación Ambiental, César Rafael Chávez. “Creemos que la expansión de la red y la incorporación de nuevos centros regionales asociados aportarán importantes puntos de vista en torno a los efectos del cambio ambiental en nuestros ecosistemas y biodiversidad compartidos. El ciudadano común, jóvenes, científicos e integrantes de comunidades indígenas y locales de Canadá, Estados Unidos y México podrán así hacer escuchar su voz.”

En el espíritu del conocimiento ecológico tradicional, la red LEO da particular relevancia al aspecto humano y su conexión con las observaciones ambientales. Está especialmente dotada para captar los efectos en la salud humana y los ecosistemas derivados de los cambios ambientales, así como la capacidad de resiliencia y adaptación a los mismos por parte de miembros de las comunidades. A la fecha, la plataforma de la red LEO comprende más de 700 observaciones sobre eventos inusuales del mundo natural, incluidas las numerosas observaciones que comunidades indígenas de Alaska han catalogado de sucesos que ya habían estado advirtiendo por generaciones al realizar actividades de subsistencia como caza, pesca o recolección.

“El ANTHC creó la red LEO con el objetivo de que las observaciones ambientales de miembros de nuestros grupos indígenas en comunidades remotas tuvieran eco entre ciudadanos, líderes, científicos e investigadores”, señaló el presidente del consorcio, Andy Teuber. “Al compartir esta solución originada entre comunidades indígenas de Alaska con las Autoridades de Salud de las Primeras Naciones (First Nations Health Authority, FNHA), de Columbia Británica, al igual que con el gobierno de los Territorios del Noroeste, en Canadá, y con el Grupo de Ecología y Conservación de Islas (GECI), en Baja California, México, esperamos fortalecer la resiliencia y la salud de todos los pueblos indígenas”, agregó el funcionario.

Con la expansión de la plataforma, el alcance de la red LEO aumenta aún más, lo que permite sostener conversaciones más a fondo sobre temas diversos de relevancia y preocupación común para la región de América del Norte, entre otros: el síndrome debilitante de las estrellas de mar; la “Mancha” (o the Blob, en inglés: una enorme masa de agua cálida en el mar de los Salish y otras partes del océano Pacífico norte); los cambiantes patrones migratorios del salmón, y las inusuales modificaciones en los patrones de anidación de aves marinas en México como resultado de alteraciones en los ecosistemas, por mencionar algunos ejemplos.

A la fecha, la red LEO está conformada por 1,684 miembros, entre los que figuran ancianos indígenas, instituciones, científicos, pescadores, cazadores y jóvenes. Su base de datos de observaciones publicadas crece a un ritmo constante, y cubre un amplio abanico de temas que incluyen flora, insectos, peces y vida marina, especies terrestres, patrones meteorológicos extraordinarios, permafrost, hielo y nieve.

La expansión de la red LEO es posible gracias a la colaboración de las Autoridades de Salud de las Primeras Naciones (First Nations Health Authority, FNHA) —en asociación con la Universidad de Victoria—, el gobierno de los Territorios del Noroeste, y el Grupo de Ecología y Conservación de Islas (GECI).

Cualquier persona interesada puede convertirse en observadora de la red LEO y sumarse a este esfuerzo, en: www.leonetwork.org/es.

Si desea obtener información más detallada sobre el crecimiento y la expansión de la red LEO en toda América del Norte, visite: www.cec.org/redLEO.

Acerca de la red LEO

La red de observadores ambientales locales (Local Environmental Observer, LEO) se conforma de observadores locales y especialistas en diversos temas que intercambian conocimientos sobre eventos extraordinarios relacionados con la fauna, el medio ambiente y fenómenos meteorológicos. Obtenga más información en: www.leonetwork.org/es.

Acerca del ANTHC

El Consorcio para la Salud de las Tribus Nativas de Alaska (Alaska Native Tribal Health Consortium, ANTHC) es una organización indígena de salud sin fines de lucro, concebida para satisfacer las necesidades particulares de grupos nativos de Alaska y amerindios que viven en la entidad. En asociación con los más de 158 mil miembros de comunidades indígenas a los que atiende, y junto con las organizaciones indígenas pertenecientes al Sistema de Salud de Comunidades Indígenas de Alaska, el ANTHC presta servicios de salud de primera calidad, que comprenden: atención médica integral en el Centro Médico Indígena de Alaska; programas de salud y bienestar; investigación y prevención de enfermedades; capacitación a prestadores de atención para la salud en comunidades rurales, y la construcción de sistemas hidráulicos y sanitarios rurales.

Además de ser la organización indígena de salud más importante y de mayor alcance en Estados Unidos, el ANTHC es el segundo empleador más grande de Alaska en el sector de salubridad con más de 2,500 empleados que ofrecen una diversidad de servicios de salud a la población de la entidad federativa más extensa del país. Si desea conocer más acerca del ANTHC, visite su página: www.anthc.org.

Environmental Observer

Acerca de la CCA

La Comisión para la Cooperación Ambiental (CCA) es una organización intergubernamental establecida en 1994 por Canadá, Estados Unidos y México en virtud del Acuerdo de Cooperación Ambiental de América del Norte (ACAAN), convenio paralelo del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) en materia de medio ambiente. A partir de 2020, con arreglo al nuevo Tratado México-Estados Unidos-Canadá (T-MEC), la CCA se rige por el también nuevo Acuerdo de Cooperación Ambiental (ACA), que la reconoce y establece los términos para continuar su funcionamiento. La CCA reúne a una amplia diversidad de interesados —incluidos el público en general, comunidades indígenas, jóvenes, organizaciones no gubernamentales, académicos y empresarios— en busca de soluciones para proteger el medio ambiente compartido de América del Norte y, al mismo tiempo, fomentar un desarrollo sustentable en la región en beneficio de las generaciones presentes y futuras.

La CCA está regida y financiada a partes iguales por los gobiernos de: Canadá, a través del ministerio federal de Medio Ambiente y Cambio Climático (Environment and Climate Change Canada, ECCC); los Estados Unidos de América, por medio de la Agencia de Protección Ambiental (Environmental Protection Agency, EPA), y los Estados Unidos Mexicanos, mediante la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).

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